miércoles, 23 de mayo de 2012

Karmelo C. Iribarren

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¡Dios mío!,


qué paciencia


la de algunos


anaqueles
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1 comentario:

  1. lda6 de junio de 2012, 20:07

    lo dijo Hermosos Diseños de Cataratas 23 mayo 2012 | 8:06 PM
    Incluye un reloj de balón de fútbol....
    cuando se descuelgan accidentalmente dentro de un chinero hacen un ruido espantoso; luego las tazas y platitos.
    Hollejos de hombres sin credo tambaleándose por los pasos elevados como emigrantes en una tierra salvaje. La fragilidad de todo por fin revelada. Viejos y preocupantes problemas desintegrados en la nada y la noche. El último ejemplo de una cosa pone punto final a la clase. Apaga la luz y se va. Mira a tu alrededor. «Siempre» es mucho tiempo. Pero el chico sabía lo que él sabía. Que siempre es un abrir y cerrar de ojos.
    Cormac Mccarthy -la carretera-
    Beso con variedades de Bourbon

    lo dijo Byroncé 24 mayo 2012 | 8:38 AM
    Es como el juego: ¿qué está fuera de lugar?
    (a veces la respuesta soy yo misma...)
    Besos, y postdatas. Muá!

    lo dijo violette 24 mayo 2012 | 10:28 AM
    ¡Anda! Un aanaquel con violetas... pues sí, sí que tienen paciencia... Un beso!

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